Un grupo de delincuentes llegaron hasta el grifo San Sebastián del distrito de Samán en la provincia de Azángaro, donde redujeron a los trabajadores de dicho establecimiento para apropiarse del dinero obtenido en ventas.
Los propietarios del establecimiento, Ángel A. M. y su esposa Marcelina S. A., solicitaron apoyo a los tenientes gobernadores quienes con ayuda de los ciudadanos del lugar llegaron hasta el grifo para apoyarlos.
Los sujetos empezaron a huir del lugar al notar su presencia, uno de ellos deporto en salir y fue perseguido por los ciudadanos, que lograron capturarlos después de unos minutos.
El sujeto fue identificado como Wilson Ramírez Añacata, quien tenía en su poder un arma de fuego y gran cantidad de dinero.
Ramírez no quiso confesar nada de lo sucedido, por lo que los ciudadanos le dieron una golpiza y luego lo entregaron a las autoridades. El caso sigue bajo investigación, mientras la policía intenta encontrar a los otros implicados.