SENAMHI advierte aumento de la intensidad del viento en la sierra

Desde el domingo 28 hasta el martes 30 de julio, se prevén ráfagas de hasta 45 km/h en varias regiones del país.
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El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) ha emitido una alerta para los días del domingo 28 al martes 30 de julio, indicando un notable incremento en la velocidad del viento en la región sierra. Se prevé que las ráfagas puedan alcanzar velocidades cercanas a los 45 km/h, especialmente en la sierra norte. Esta intensificación del viento podría generar condiciones meteorológicas adversas, que aunque son comunes en esta región, pueden presentar ciertos riesgos para la población.

Durante el domingo 28 de julio, se esperan vientos con velocidades aproximadas a los 30 km/h en la sierra norte, lo que ha llevado al SENAMHI a declarar una alerta de peligro amarillo. Este nivel de alerta señala la posibilidad de fenómenos meteorológicos peligrosos, aunque estos eventos son considerados normales para la zona en esta época del año. A pesar de su regularidad, es crucial que los residentes y visitantes se mantengan informados y tomen precauciones adecuadas para minimizar cualquier impacto negativo.

Las recomendaciones emitidas por SENAMHI sugieren que los ciudadanos se mantengan al tanto de los desarrollos meteorológicos y ejerzan prudencia, especialmente si tienen planes de realizar actividades al aire libre. La intensidad del viento podría incrementar los riesgos asociados a actividades al exterior, como el transporte y la construcción, por lo que se aconseja estar preparado para posibles cambios en las condiciones climáticas y tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad.

Regiones afectadas

Las regiones que podrían experimentar los efectos más significativos de este fenómeno incluyen los departamentos de Amazonas, Cajamarca, La Libertad, Lambayeque y Piura. Las autoridades locales y los ciudadanos en estas áreas deben estar particularmente atentos a las actualizaciones del SENAMHI y ajustar sus actividades según las condiciones climáticas previstas. La prevención y la preparación son clave para afrontar las posibles consecuencias de este aumento en la velocidad del viento.

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