Por: Orlando Cáceres.
El día de ayer me levanté por la mañana, agarré mi celular y abrí Twitter. Al ver donde se miran las tendencias, pude observar que decía “Campo de Marte”, y me doy cuenta que había una manifestación realizándose en aquel lugar, el cual es un centro de vacunación, por lo que tuvieron que cesar las labores a las 2 pm. Pese a que tuvo buena cobertura, lo que a varios medios se les escapó era la persona que estaba convocando tales huelgas, Keiko Fujimori, en busca de que se anulen varias actas de las elecciones suscitadas de manera reciente.
Cuando la candidata empezó su campaña rumbo a la segunda vuelta, con la frente en alto hablaba por la democracia, aquella que el pueblo debe defender a capa y espada, la voluntad popular que manda por encima de los propios intereses políticos.
Al parecer, después de realizar la elección, la candidata olvidó el verdadero significado de democracia, que no todo se reducía a Lima, y que quienes votaron por Pedro Castillo eran aquellos que veían en él un cambio, una esperanza de que serían más tomados en cuenta por parte del gobierno central. Además de eliminar gran parte del racismo y clasismo que nuestro país vive en la actualidad, gracias a los problemas que se han incrementado por los gobiernos anteriores.
Sin embargo, al día de hoy su verdadera naturaleza se ha mostrado, exigiendo respeto por resultados que la favorecen, pero queriendo desestimar votos de una población cansada de la corrupción política, incluso siendo titular en varios medios internacionales que han notado la toxicidad que la candidata promociona, no solo entre sus simpatizantes, sino que en el pueblo peruano, que se encuentra más dividido que nunca.
Para terminar, recuerda que si tu hermano votó por el otro candidato, no significa que deban pelear después de las votaciones, lo que importa es que han construido una opinión crítica sobre ambos candidatos, y que en base a eso pudieron debatir quien se merece gobernar el Perú.
