Luego del estupendo recibimiento que tuvo su anterior trabajo discográfico ‘Jardín de Pulpos’, uno de los discos peruanos imprescindibles del 2020, el proyecto Vílchez Huamán -comandado por el músico y artista plástico Ricardo Wiesse Hamman- tuvo meses de imparable actividad en los que presentó cinco nuevas canciones (Niño Héróe, Sin Tocar, Redes, 2070 y Baila o Muere) entre el 2021 y 2022. Con estos temas, apostó por una nueva paleta de sonidos que, finalmente, le dieron forma a ‘Baila o Muere’, su esperado tercer álbum de estudio. Que está disponible en las principales plataformas de streaming desde el jueves 01 de septiembre.
‘Baila o muere’ es un disco pandémico basado en el caótico 2020: crisis sanitaria y económica, confinamiento obligatorio, pérdidas humanas y desempleo masivo. Sin embargo, para Vílchez Huamán, estos fueron temáticas que lo llevaron a hacer una catarsis humana y artística. El artista construyó -a partir del caos- el hilo conductor de este álbum, que ubica al oyente en una situación tensa en la que debe enfrentar un escenario apocalíptico en el que solo el baile salvará su vida.
“Baila o muere es un disco “pandémico” que como instinto natural propone vivir para no morir. Líneas de bajo vitales, groove para la vida, pero también introspección y sueños que se mezclan con la “realidad”. Propone en estos tiempos también ser más empáticos que nunca y literalmente ponerte en los zapatos del “Niño Héroe”, o nunca dejar de destacar y agradecer lo hermoso; así se esté viviendo el apocalipsis, como en la canción “Jamás” que es una historia de amor gestante”, comenta Ricardo Wiesse sobre el concepto de ‘Baila o Muere’.
‘Baila o Muere’ declara su libertad musical y propone un sonido independiente para cada canción que lo compone. El ungüento viene con el ADN de siempre (Dub, new wave, rock, electrónica). Lo que diferencia a este disco de las dos placas anteriores es un condimento afrobeat que le otorgan un sabor único y distinto. En definitiva, el sonido de Vílchez Huamán en este trabajo se mantiene encajando en el post pop.
El espíritu de participación colectiva también se ha manifestado en este álbum, pues cuenta con dos importantes colaboraciones: “Tenemos el honor de contar con el increíble músico argentino Pablo Molina (Todos Tus Muertos, Lumumba), un cantante muy admirado y viejo amigo que participó sumando su voz en la canción “El contrato”. Así mismo, el maestro de los tambores, Pepe Chiriboga, grabó la tabla hindu en “Caballos, la canción más introspectiva del disco”, añade Wiesse.
Al igual que el trabajo discográfico anterior, el productor musical fue Henry Ueunten, mientras que la grabación y mezcla estuvieron a cargo del siempre confiable Brian Pezo. Finalmente, Francisco Hollzman, en Chile, masterizó el disco.
Fuente: Entre Líneas Cultura.