La ministra de Transportes, Paola Lazarte, junto con la gobernadora regional de Moquegua, Gilia Gutiérrez, visitaron la zona y se reunieron con los pobladores de los anexos cercanos al volcán Ubinas. Durante la visita, se constató una explosión del volcán que generó una columna de cenizas de más de 3.500 metros de altura. Esto evidenció la urgencia de la respuesta y la importancia de contar con un refugio operativo lo antes posible.
Previamente, miembros del Ejército habían comenzado las labores de limpieza y adecuación del refugio, que se encontraba en estado de abandono y carecía de servicios básicos. La gobernadora regional anunció que se han elaborado las fichas en tiempo récord y se realizarán las modificaciones presupuestales necesarias para garantizar la pronta habilitación del refugio. Se espera que en diez días el lugar cuente con los servicios esenciales para acoger a los afectados de manera adecuada.
Sin embargo, persisten desafíos en esta situación. Algunas familias se muestran reacias a abandonar sus hogares y trasladarse al refugio, por lo que se intensificarán los esfuerzos para sensibilizarlos sobre la importancia de su seguridad y bienestar. Además, se plantea la necesidad de buscar soluciones a largo plazo, como el reasentamiento de las familias en áreas seguras.
Emisión de cenizas se sigue dando en la zona
Mientras tanto, la emisión de cenizas continúa representando un peligro para varias zonas, afectando a poblados cercanos como Yalagua, Exchaje, Yunga, Lloque y Tassa. Las autoridades trabajan en la distribución de mascarillas y lentes de protección para mitigar los efectos de las cenizas en la salud de los residentes.
En resumen, los avances en la respuesta al volcán Ubinas son significativos, con la expectativa de tener un refugio operativo en diez días. Sin embargo, se necesitará un esfuerzo conjunto y continuo para garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados, así como buscar soluciones a largo plazo frente a esta situación volcánica.